Retroalimentación honesta: La clave para crecer como líder

En momentos de incertidumbre, puede parecer reconfortante evitar una retroalimentación difícil. Pero crear estabilidad para tu equipo y éxito para tu organización depende de tu capacidad para aprender lo que necesita ser cambiado. Esconder la cabeza en la arena nunca es lo seguro que debes hacer. ¡Una cultura de empatía ruinosa o falsa armonía no es el camino hacia el éxito! En su lugar, invita a la crítica.

El feedback es una herramienta clave para cualquier líder, especialmente en tiempos de incertidumbre. En momentos en los que se espera que los equipos hagan más con menos, es importante que los empleados sientan que su opinión es valorada. Cuando sienten que su aporte importa, es más probable que permanezcan leales, comprometidos y productivos. También son más propensos a plantear sugerencias y preocupaciones valiosas.

Pedir feedback no solo es importante para el crecimiento de una organización, sino también para la cultura de la misma. Cuando se solicita una retroalimentación clara y concreta, los líderes pueden tomar mejores decisiones y cambiar de rumbo cuando sea necesario. Además, pedir feedback crea una cultura de confianza y transparencia.

Sin embargo, en tiempos de incertidumbre, puede resultar difícil obtener retroalimentación honesta. Cuando las personas sienten ansiedad o creen que su trabajo está en juego, son menos propensas a hablar, especialmente con la gerencia. Además, cuando las personas ascienden en la organización, tienden a recibir menos retroalimentación correctiva, aunque un estudio de Zenger Folkman de 2014 mostró que, en una proporción de tres a uno, las personas creen que la retroalimentación correctiva hace más para mejorar su desempeño que la retroalimentación positiva.

Entonces, ¿cómo obtener retroalimentación cuando las personas son menos propensas a ofrecerla? ¿Cómo solicitar consejos útiles y accionables de tus colaboradores? Aunque ninguna de las partes quiere tener una conversación difícil, es trabajo del líder superar esa reticencia y ayudar a la otra persona a hacer lo mismo.

La primera acción a tomar es pedir críticas, especialmente si eres el jefe. Esto puede ser incómodo en el mejor de los casos y un viaje emocional difícil. Es importante aceptar sentir emociones “negativas” con frecuencia y entender que escuchar lo que necesitas mejorar rara vez se siente bien. Si todo es alabanza y no hay críticas, es importante esforzarse más para que te critiquen.

Es recomendable que se cree una pregunta que establezca seguridad psicológica, es decir, que sea abierta y que no permita una respuesta de sí o no. La pregunta debe sonar natural, y lo más importante, debe adaptarse a la persona con la que se está hablando.

Es importante tener en cuenta que la otra persona puede sentir incomodidad al dar retroalimentación. La mejor forma de superar esta incomodidad es enfrentarla. Al hacer la pregunta, es importante permanecer en silencio y contar hasta seis lentamente en la cabeza, muy pocas personas pueden soportar seis segundos completos de silencio. Entonces, es muy probable que obtengas una respuesta específica y concreta.

Cuando se escucha retroalimentación, es importante querer entender lo que la otra persona te está diciendo, en lugar de escuchar para poder responder. Es importante no perder la crítica y buscarla para poder mejorar.

Una vez que se ha tomado acción, es importante compartir los cambios realizados y hacer tangible la escucha. Es recomendable esbozar de inmediato lo que se hará con las sugerencias o preocupaciones que se mencionaron. También es importante compartir los cambios realizados y preguntar si se “overcorrected” o “undercorrected”.

La retroalimentación no solo es importante para los líderes, sino también para el equipo. Es importante hacer de la retroalimentación un hábito del equipo para que las personas se sientan seguras dándola directamente en lugar de desahogarse con alguien más.

En momentos de incertidumbre, puede resultar reconfortante evitar una retroalimentación difícil. Pero crear estabilidad para el equipo y éxito para la organización depende de la capacidad de los líderes para aprender lo que necesita ser cambiado. La retroalimentación es una herramienta clave para el crecimiento de una organización y para la cultura de la misma. Una cultura de empatía ruinosa o falsa armonía no es el camino hacia el éxito. En su lugar, se debe invitar a la crítica y hacer de la retroalimentación un hábito del equipo.

Fuente

https://hbr.org/2023/03/how-leaders-can-get-the-feedback-they-need-to-grow

SobreNicolás Vaché Muñoz